Un poco de recuerdos.
Cercano siento el día que me contrataron en el CENAR para dar un taller de música contemporanea. Después de 7 años de intentarlo (CONCULTURA-SECULTURA) pude hacer algo para lo cual me habían facilitado una beca Fulbright, muchos años antes; enseñar algo de lo aprendido y aportar así al país beneficiado con ese programa de becas.
Junto a otros jóvenes de talento (mucho talento) se encontraba ese "peludito" como lo llamaban algunos profesores, Darío Rivera o Darío Rivera Turcios (como él prefiere llamarse) era uno más de esa clase de los sábados por la tarde, (muy tarde) pero a la cual todos asistían con ganas, no porque supieran algo ni remotamente cercano al tema : Armonía del siglo XX, Contrapunto Serial y Música Electrónica, sino porque les atrajo la idea de hacer música por medio de sus computadoras o laptops. Su escogitación fue de dedo y casi obligatoria su asistencia. En un país atrasado 150 años musicalmente, por algo tenía que empezar.
Recuerdo que Darío llegaba con una IBM thinkpad bastante desauciada y en la cual después de mucho batallar logramos instalarle el FLSudio 8 ó 9. Junto a él, Diego Flores quien me dijo que para aprender ese programa no necesitaba de manuales, que a él no le gustaban. Un niño, en ese momento, muy talentoso quien ha incursionado en el mundo del Djing. La cosa es que ambos se pusieron a "tweakear" sus programas y poco a poco lograron archivos de mucha calidad sin casi ningún recurso técnico.
Con el tiempo, Darío llega un día contándo que iba a Costa Rica, no a lo que muchos jóvenes salvadoreños que quieren estudiar música van sino que a un encuentro de saxofonistas y además contemporaneos, sólo que se iría tomando ride y tocando en parques ticos para poder sobrevivir. Yo le dije que era una locura pero a su regreso vino transformado, claro, se repite aquello de "hombre viajado". Luego se empecinó que debía salir fuera a estudiar, lo cual está haciendo en estos momentos en México con una beca.
La idea primigenia.
Desde México, Darío me propone que hagamos un concierto de improvisación libre con acústicos y laptops aprovechando sus vacaciones de medio año. La idea se transforma en Electro-Jam. Sin dinero para un presupuesto decente tuvimos que pedir una de las salas de SECULTURA, sólo que como es una actividad exonerada, no puede ser cobrada, además yo trabajo para la SEC por lo que no se vería bien que estuviera cobrando entradas a presentaciones oficiales.
El concepto tras el nombre.
Electro-Jam no deriva del jamming jazzero sino que se me ocurrió derivarlo del Jamón nuestro de cada día. Desechos cárnicos empacados a presión que nos venden en el Super SS. No sabemos qué le ponen a pesar de sus sugestivos nombres "Jamón tipo Virginia", por ejemplo. Es una improvisada de desechos cárnicos que nos lleva a reflexionar qué nos metemos al cuerpo casi a diario. Improvisación instantanea y libre de cualquier tipo de cárnicos empacados y puestos a la venta bajo el genérico "Jamón".
La planeada.
La planeación y puesta de acuerdo las hicimos por medio de Whatsapp y Facebook. El empleo de softwares musicales de alta tecnología era casi obligado. A Darío le gustó el Audimulch desde que lo utilizamos en mi "French-Fried Potatoes, la saga continua" para procesarle en tiempo real a su saxofón tenor; la verdad es que es un excelente programa pero a mi me atrae más la programación en tiempo real por lo que me pareció una excelente oportunidad de probar suerte con Chuck y Pure Data. Además terminaría usando Audiomulch y Amazing Maze, este último del compositor alemán K. Essel el cual es una excelente herramienta para live-performance. A última hora, Darío incluiría un Clarinete Bajo recién adquirido. El mapa final lo discutimos un par de días antes de la presentación, el cual nos guió entre videos, solos y duetos, en los cuales incluimos un piano acústico tras bambalinas, hasta el dueto final, en un continum de 45 minutos aproximados.
La puesta en escena.
La calidad interpretativa y su olfato musical hacen que tocar junto a Darío sea un verdadero goce estético, las ideas musicales (y no musicales) fluyen y se transforman en un hecho cultural-artistico de alto nivel. A pesar que los problemas técnicos, falta de equipo adecuado en una de las principales salas del país, no impidieron que el concepto que planificamos se desarrollara, stanislavskianos de la música, esas pequeñeces no nos impidieron recorrer nuestro mapa. Nada nos detiene. Como nada detendrá la carrera exitosa de un joven músico salvadoreño que ya se volvió internacional a fuerza de hacer exactamente lo que el quiere hacer, tocar y disfrutar de sus saxofones.
Gracias.
Me tomo la confianza de agradecer en nombre de Darío y el mío a tod@s los que hiceron posible este espectáculo.
A las personas que asistiero al espectáculo. Gracias por permanecer hasta el final y brindarnos sus nutridos aplausos (las disculpas por no hacer ancore). Especificamos claramente que la permanencia era voluntaria y tod@s voluntariamente se quedaron a acompañarnos.
A las autoridades de SECULTURA por autorizarnos el uso del Auditorium del MUNA
A los compañeros de comunicaciones del MUNA
A los técnicos del Auditorium, Sres. Ayala y Colocho
A Darío Rivera Turcios que resolvió lo de los aparatos y artilugios sonoros y el video del espectáculo.
A los hermanos del ciberespacio: Programadores, hackers, inventores del software libre, linuxeros por convicción, multimedieros. Muchas de sus ideas y artefactos los hemos puesto en escena en esta ocasión, explicita e implícitamente.
Hasta la Próxima.
Como siempre, nuestras obras son abiertas por lo que el reto continua. Por hoy, como que no nos queda tiempo de andar revisando "scores" de esta "cruenta" batalla, sólo hay tiempo para la música.
Nota de Familia.
En el video de introducción ocupé parte de una progresión armónica compuesta por Camila Carcache-Méndez a sus 2 1/2 años de edad.
En el video de introducción ocupé parte de una progresión armónica compuesta por Camila Carcache-Méndez a sus 2 1/2 años de edad.
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